Tihuatlán, Ver. — Caminan con firmeza, cargando en la mirada el peso de la ausencia, pero también la fuerza del amor. Son integrantes del colectivo “Unidas por Amor a Nuestros Desaparecidos del municipio de Orizaba”, quienes este día recorrieron el parque Benito Juárez de Tihuatlán como parte de una jornada que no entiende de fronteras ni de cansancio: la búsqueda de sus seres queridos.
Colocaron lonas con los rostros de Leonel Pérez del Ángel, desaparecido desde el 24 de febrero de 2024, y Héctor Hernández Aparicio, visto por última vez el 26 de enero de 2025 en Tihuatlán. Sus nombres resuenan en cada paso, en cada oración, en cada pregunta lanzada al viento: “¿Dónde están?”
No vienen solas. A su paso, tejen redes con madres buscadoras de Poza Rica, de Tihuatlán, de tantos otros rincones donde también faltan voces en la mesa. Su presencia es una invitación a la empatía, pero también un llamado a la acción: “Si sabes algo, dilo. Un dato, una pista, puede hacer la diferencia.”
Las lonas instaladas en el parque y su kiosco no son simples carteles: son gritos contenidos, memoria viva, esperanza plantada en el corazón del pueblo. Por eso piden que no se retiren ni dañen. Son parte de una lucha legítima, profunda y profundamente humana.
“Buscamos en paz. No señalamos a nadie. Solo queremos respuestas, abrazar de nuevo a nuestros hijos, a nuestros hermanos, a nuestras madres. No queremos más silencio”, expresaron.
Su causa no termina al caer la tarde. Continúa en cada municipio, en cada abrazo entre compañeras, en cada madre que aún cree, pese al dolor, que un día volverán a casa.